El texto que he escogido como lectura para comentar es un monográfico de Anna Camps y se titula «LA INVESTIGACIÓN EN DIDÁCTICA DE LA LENGUA EN LA ENCRUCIJADA DE MUCHOS CAMINOS».
La autora plantea en este artículo los principales retos que ha de abordar la investigación en didáctica de la lengua y, para llegar a ello, extrae de la definición de esta ciertos conceptos claves, como que supone un «campo de conocimiento», se constituye por un «sistema didáctico» compuesto a su vez por otros sistemas de actividad, y se trata de un proceso, es decir, algo dinámico.
Según Camps, históricamente ha imperado un enfoque aplicacionista, desde el cual se ha considerado que la didáctica de la lengua consistía en la aplicación de los objetos de estudio de otras disciplinas. Sin embargo, los argumentos que la autora aporta durante el artículo nos llevan a un enfoque defensor de la elaboración de conocimiento teórico propio, para lo que es fundamental la investigación.
Por tanto, es esencial plantear líneas de investigación y compartir los resultados de esas investigaciones, de forma que se puedan sumar conocimientos.
Tras un primer acercamiento al concepto de investigación en educación y después de la lectura del artículo de Camps, estoy totalmente de acuerdo en que:
Podríamos considerar que la investigación de procesos dinámicos, de las acciones significativas para sus agentes, puede ser objetivada en un proceso de suspensión de la comprensión, para profundizar en su conocimiento con el objetivo de que este conocimiento retorne a la acción, enriqueciéndolo. Desde este planteamiento no se puede pensar que la práctica por sí misma aporte conocimiento teórico. Necesitamos la distancia y la sistematización del conocimiento.
Por tanto, hemos de ser conscientes de la importancia de una investigación añadida a la práctica en el ámbito de la DLL. Esta «pretende ser un conocimiento que parte de la acción para analizarla y conocerla, con la finalidad de retornar a ella» (Camps).
Entre las cuestiones actuales que Camps menciona como pendientes de una mayor investigación podemos encontrar la relación entre gramática y uso. Si partimos de que sí es necesario enseñar gramática tendríamos que tener en cuenta aspectos como: qué gramática enseñar, a partir de qué textos, cuál sería el modelo de referencia, etc. Según la autora, a partir de la investigación de estos aspectos desde el punto de vista didáctico se podrán ofrecer respuestas que implementar para mejorar esta serie de cuestiones.
En mi opinión, muchos problemas de la educación actual vienen de «agujeros» en investigación, es decir, aspectos en los que no se ha profundizado y en los cuales siguen aplicándose metodologías tradiciones de probada ineficacia. Sin embargo, otras muchas dificultades que encuentra el docente de lengua y literatura se deben a la falta de conexión entre la investigación y la práctica docente. Es posible que se hayan realizado estudios sobre un aspecto en concreto, se sepa con cierta seguridad lo que es más recomendable en cuanto a contenidos, secuenciación, etc., pero esto no se desarrolla en las escuelas, a pie de aula.
Es quizás ahí donde deberíamos reflexionar sobre el papel de investigador del docente de secundaria o sobre el interés de este por estar al día en cuanto a investigación educativa se refiere.
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